Uso adecuado del protector solar: cómo se aplica el protector solar, cuándo usarlo y cuánta cantidad necesitas

1. Agita bien el envase antes de usarlo. Esto ayuda a que los ingredientes se mezclen correctamente, sobre todo si ha estado guardado por un tiempo.

2. Cubre completamente la piel expuesta, sin olvidar áreas como el cuello, las orejas y el dorso de las manos, que muchas veces se pasan por alto. En lugar de colocar todo el producto de una sola vez en la mano, es mejor aplicar pequeños puntos distribuidos para facilitar una aplicación uniforme.

3. Al aplicarlo en el rostro, da suaves toquecitos en lugar de frotar. Esto evita irritaciones y ayuda a que el producto se reparta de manera más pareja.

4. En el contorno de ojos, ten especial cuidado. Si es posible, elige un protector en barra, ya que permite aplicar una capa más delgada y precisa, reduciendo el riesgo de molestias en esa zona.

5. Para el rostro, lo ideal es usar un protector solar facial. Estas fórmulas son más ligeras y están pensadas para minimizar irritaciones, dejando la piel protegida sin sensación pesada.

Como mínimo, deberías aplicarlo todos los días, incluso cuando está nublado. Por eso es tan útil incluir un hidratante con SPF en tu rutina diaria: así incorporás la protección solar como parte de tu cuidado personal sin tener que pensarlo dos veces.

Ahora bien, una sola aplicación por la mañana no es suficiente. Lo ideal es reaplicarlo cada dos horas, especialmente si estuviste nadando o transpiraste mucho, ya que eso reduce la efectividad del producto.

Saber cómo se aplica el protector solar correctamente es clave para que cumpla su función. No olvides que el mayor daño solar muchas veces ocurre más tarde, cuando la primera capa ya se ha debilitado. Por eso, reaplicar a lo largo del día es igual de importante que aplicarlo al salir de casa.

Depende del tipo de protector solar que estés usando. Si contiene filtros químicos, debe aplicarse primero. Si es de filtros minerales, se recomienda aplicarlo después del hidratante.

Saber cómo se aplica el protector solar correctamente también implica conocer el tipo de fórmula que estás usando y el orden adecuado en tu rutina.

Los filtros químicos actúan absorbiendo y neutralizando los rayos UV directamente en la piel. En cambio, los filtros minerales (como el óxido de zinc o el dióxido de titanio) funcionan como una barrera física que se queda en la superficie, reflejando los rayos solares.

Por eso, si usas un protector mineral, es mejor aplicarlo después de tu hidratante habitual. Así permites que ambos productos cumplan bien su función.

Si en cambio usas un protector con filtros químicos, este debe ir antes del hidratante y del maquillaje, para que se absorba correctamente en la piel y brinde la protección adecuada.

¿No estás seguro de qué tipo tienes? Fíjate en la etiqueta: si ves ingredientes como zinc oxide o titanium dioxide, se trata de un protector mineral.

Ahora que ya sabes en qué orden aplicarlos, veamos por qué siempre deberías usar protector solar antes del maquillaje.

Si vas a usar protector antes del maquillaje (como debería ser), lo ideal es esperar unos cinco minutos después de aplicarlo, para que se absorba por completo antes de continuar con tu rutina.

¿Y qué pasa con las reaplicaciones durante el día? Sabemos que pueden afectar el maquillaje. Una forma práctica de hacerlo sin arruinarlo es colocar un poco de protector en una esponja y dar toques suaves sobre el rostro.

Evita frotar para no correr el maquillaje. También puedes optar por protectores más ligeros si buscas un acabado más natural, pero recuerda que lo más importante es elegir uno que te brinde la protección adecuada.

Sí se puede, pero lo ideal es no reemplazar por completo tu hidratante habitual. El protector solar puede tener ingredientes con propiedades humectantes, pero su función principal no es hidratar, sino proteger contra los rayos UV. Así que si solo usas protector, puede que tu piel no reciba la hidratación que necesita.

Además, todo depende del tipo de piel que tengas y del tipo de protector que uses. Por ejemplo, si es un protector diseñado para piel grasa, seguramente tenga una textura más ligera. En ese caso, conviene complementar con una crema hidratante, ya que por sí solo puede no ser suficiente.

Uno es envolver un trapo o una toalla delgada alrededor de una cuchara larga (o una palita de playa si estás al aire libre), poner un poco de protector solar en el trapo y usarlo para aplicarlo sobre la espalda como si fuera un rodillo.

Otra opción es usar papel plástico de cocina. Cortá una tira larga, colocá varios puntos de protector solar en el centro, y pásala por la espalda como si estuvieras secándote con una toalla. Presiona suavemente para distribuir bien el producto.

Ahora bien, sabemos que no siempre vas a tener una cuchara larga o papel film a mano —especialmente en la playa—, así que te contamos una alternativa mucho más práctica.

NIVEA cuenta con protectores solares en formato spray tipo bruma que fueron pensados justamente para facilitar la aplicación. No necesitan frotarse, ya que la bruma es lo suficientemente fina como para absorberse sola. Solo necesitas un espejo o una superficie que refleje para asegurarte de cubrir bien toda la espalda.

Un buen ejemplo es el NIVEA SUN Protect & Refresh Aerosol FPS 50. Es transparente, refrescante, resistente al agua y muy fácil de aplicar. Eso sí, si te metés al agua, conviene reaplicarlo para mantener la protección.