No sudes tu ropa

Asegúrese de optar por prendas más flojas. Le dan a su piel la oportunidad de respirar mejor, en lugar de sofocarse y sudar bajo la ropa pegajosa.

Haz tu investigación. Existen muchos materiales resistentes al sudor y tratamientos de ropa, algunos de los cuales ahora son antimicrobianos, lo que significa que también son menos propensos al pong. Son ideales como "capas base" en el invierno.

Intenta usar fibras naturales en los calurosos días de verano. Nuevamente, dejarán que su piel respire, y cuanto más grande y liviano sea su atuendo, mejor.

Considere probar los accesorios antisudor. Los protectores de las axilas, por ejemplo, pueden ofrecer protección adicional si sudas mucho. Estos revestimientos de ropa se adhieren a la piel y crean una barrera física para ayudar a proteger sus hilos y su dignidad. Son un poco engorrosos pero hacen el trabajo.

¡No descuides tus pies! La gran mayoría de las glándulas sudoríparas están ubicadas en los pies, por lo que elegir el calzado adecuado también requerirá una reflexión seria. Evite los zapatos de lona y elija cuero. Para estar más seguro, ¡invierta en plantillas especiales que eliminen el exceso de sudor y asegúrese de tener siempre un par de pares en rotación!

Evite los materiales sintéticos y de producción barata, ya que no respiran ni permiten una circulación de aire adecuada, lo que puede conducir rápidamente a una transpiración excesiva.

No olvides consultar el pronóstico del tiempo y vestirte como corresponde: lo último que necesitas son demasiadas capas. Cuanto menos, mejor, y siempre puedes llevarte una chaqueta delgada si tienes frío.